MIGUEL ANGEL - Pintor, escultor, poeta

Nadie pone en duda que Michelangelo Buonarroti (uno de los más grandes genios de la pintura y de la escultura), fue homosexual. Pero si claro parece (desde la obra plástica hasta los sonetos) que Miguel Angel fue homosexual, es cierto que tampoco es ese terreno fue un hombre cualquiera. Los testimonios de la época nos lo presentan como un hombre viril y enérgico. Las relaciones que el pintor mantuvo con sus modelos, especialmente con el joven Gherardo Perini, dieronb lugar a persistentes rumores en su época. En algunos casos, como sucedió con Febo di Poggio, el escultor tuvo que sufrir calumnias y humillaciones. No sabemos hasta que punto ésta y otras relaciones llegaron a tener manifestación sexual. Pero en su poesía queda más que clara la retórica del deseo. Ya no cabe duda que la secuencia de sonetos escrita durante los últimos años de su vida y que fueron publicados después de su muerte por su sobrino-nieto, estaba dedicada a Tomaso Cavalieri, un muchacho de gran belleza que conoció a los cincuenta y siete años. Al publicarlos se hizo de forma en que pareciesen dedicados a una joven, o sea los convirtieron en unos sonetos "heterosexuales". No fue hasta 1860 que aparecieron los originales y el carácter homoerótico de los mismos salieron a relucir deslumbrantemente. Los poemas expresan una profunda pasión erótica con tintes de masoquismo. El problema no estaba en el deseo homoerótico, totalmente normal, sino en el desorden mental que provocó en Miguel Angel su apasionado amor, que ante su inmensidad hace que se sienta pequeño, impotente, que le convierten en un juguete de fuerzas que le amedrentan. El deseo tal como se expresa en su poesía homoerótica fue el campo donde se proyectaron sus sentimientos de inferioridad. Acorde con el neoplatonismo de la época, los poemas van del deleite al deseo de la muerte, para que las almas puedan unirse al fin. Nos quedan su hermoso David, la bellísima Pietá, la maravillosa e increíble pintura de la Capilla Sixtina de la cual dijo Goethe: "Quien no haya visto la Capilla Sixtina no puede tener una visión clara de lo que un ser humano puede llegar a realizar", y muchas más obras, esculturas y pinturas, sin olvidar su poesía. Miguel Angel, llamado en su tiempo "El Divino", sigue siéndolo para todo aquel que tenga un mínimo de sensibilidad. Un motivo más para sentirse orgulloso de sentir lo mismo que sintió una persona tan grande.

Caprese 1475 - Roma 1564

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